El 20 de agosto de 2023, el pueblo de Ecuador está convocado a un referéndum: deberá decidir si la extracción de petróleo debe expandirse al corazón de la selva amazónica o prohibirse allí para siempre. En el Parque Nacional Yasuní, el área en cuestión, en una sola hectárea de terreno se encuentran más especies que en todo el continente norteamericano.

El referéndum es el resultado exitoso de muchos años de lucha política y jurídica del movimiento juvenil urbano YASunidos contra el Estado ecuatoriano. También ofrece una oportunidad de acción muy concreta aquí en Europa para quienes nos sentimos cada vez más frustradxs por las negociaciones anuales de la ONU sobre el clima y por la política climática europea. Aquí tenemos la posibilidad de contribuir en concreto a la justicia climática haciendo una donación,  y a la preservación de un hot spot de la biodiversidad mundial.

Las empresas petroleras y el gobierno neoliberal de Guillermo Lasso están utilizando todos los medios para impedir que lxs ecuatorianxs voten a favor de los derechos de la naturaleza mediante una campaña de miedo. Sin exportaciones de petróleo, el pequeño país entrará en bancarrota, dicen. Pero ocultan que las reservas de petróleo de Ecuador se están agotando de todos modos, y que la producción de petróleo en el Yasuní ni siquiera es rentable, debido a que se trata de petróleo muy pesado. 

Por ello, la amplia alianza por el Parque Nacional Yasuní necesita urgentemente donaciones para poder llevar a cabo una contra-campaña exitosa. Sólo si se detiene la producción de petróleo en agosto mediante una decisión democrática habrá espacio para ampliar los modos de vida sostenibles. La conservación de la Amazonía es de suma importancia para el equilibrio ecológico mundial.

YASunidos y sus aliados (ecologistas, feministas, indígenas, ciclistas urbanos, trabajadores del petróleo, estudiantes y activistas) representan a una generación que lucha por un futuro digno. Asumen la responsabilidad social por un nuevo equilibrio con la naturaleza y defienden una respuesta muy concreta del Ecuador al calentamiento global y la extinción de especies, que es ejemplar para el mundo entero.  

Por ello, te pedimos que contribuyas a esta causa y que difundas este llamado a donaciones a través de tus contactos.

Un breve repaso a los antecedentes: 

Ecuador ya fue noticia en 2007, cuando el recién estrenado gobierno de Rafael Correa (2007-2017) anunció que dejaría bajo tierra unos 846 millones de barriles de petróleo en la tierra de la Amazonia si la comunidad internacional compensaba la mitad de los ingresos previstos por la exportación de este crudo a través de un fondo fiduciario.  El yacimiento petrolífero ITT en cuestión no sólo está situado en el Parque Nacional Yasuní, uno de los hot spots de biodiversidad del mundo -los expertos afirman que hay más especies en una sola hectárea de tierra allí que en todo el continente norteamericano-, sino que además se solapa con una zona habitada por dos pueblos indígenas en aislamiento voluntario, es decir que hasta ahora han rechazado cualquier contacto con el mundo occidental, los tagaeri y los taromenane.

En agosto de 2013, el presidente Correa anunció el fracaso de la iniciativa y su gobierno inició la exploración petrolera. En respuesta, un movimiento juvenil urbano llamado YASunidos se conformó en muchas ciudades ecuatorianas. Se movilizaron en favor de un referéndum, garantizado por la Constitución de 2008, para revertir la decisión del gobierno a favor del petróleo y en contra de la biodiversidad y los derechos indígenas a través de la democracia directa. En aquel momento, los sondeos de opinión confirmaban que el 75% de los ecuatorianos habrían votado en contra de la exploración petrolífera.

Aunque YASunidos presentó casi 200.000 firmas más que el 5% de votantes registrados exigido por la Constitución, un total de 750.000, la autoridad electoral invalidó el 60% de estas firmas con diversos pretextos, por lo que el referéndum no pudo celebrarse. YASunidos luchó entonces en todos los tribunales hasta que finalmente, el 9 de mayo de 2023, la Corte Constitucional ecuatoriana dictaminó que el referéndum debía llevarse a cabo. Ahora, la autoridad electoral lo ha programado para el 20 de agosto de 2023, día en el que Ecuador también elegirá un nuevo presidente y un nuevo parlamento.

El gobierno neoliberal de Guillermo Lasso y la industria petrolera ocupan todos los espacios para argumentar que el país, ya golpeado por la pandemia y las desastrosas políticas económicas, irá a la quiebra total si no se explota el petróleo. Sin embargo, el profesor Dr. Carlos Larrea, experto de la Universidad Andina Simón Bolívar, calcula que la producción de petróleo del Yasuní ni siquiera es rentable debido a la mala calidad del crudo, y que Ecuador necesita cambiar urgentemente su rumbo económico de todos modos debido a la disminución de las reservas y por el calentamiento global. Además, se asume un precio de petróleo altamente irreal, de 97 dólares el barril, en los cálculos de las supuestas pérdidas para la caja fiscal. También es importante señalar que el "desarrollo" prometido no se ha producido en 50 años de producción de petróleo, y que la mayor parte de la renta petrolera ha beneficiado a empresas transnacionales o ha desaparecido en la corrupción. Para el pueblo ecuatoriano, lo que queda es agua y suelo contaminados que enferman y hacen imposible la soberanía alimentaria.

Para más información, puedes consultar:
La larga lucha por salvar al Yasuní de la explotación petrolera
Manifiesto de los Pueblos del Sur - Por una Transición Energética Justa y Popular
https://pactoecosocialdelsur.com/